Registro en el INDIXE de Tesis Digitales de REMERI
ID
oai:tesis.ipn.mx:123456789/14939
TIPO
Tesis de Licenciatura
TÍTULO
Proyecto del puente vehicular San Blas, de la carretera Tepic-Mazatlán, Km 62+745.00
AUTOR
Ochoa Godínez, José Alfredo.
ASESORES
González Toral, Joel.
INSTITUCIÓN
Instituto Politécnico Nacional (IPN)
FECHA
2015-10-01
PAIS
México
TEMAS
ESIA-ZAC.
DESCRIPCIÓN
La definición de puente puede ser tan simple o tan compleja como uno se imagine, un puente
simplemente puede ser el medio para llegar de un punto a otro salvando un obstáculo o puede ser
considerada toda una obra de arte no solo por la función que realiza sino por la estética y la imagen
que puede dar.
Necesidad es la madre de la invención. Partiendo de esto el puente nace a partir de la simple
necesidad de librar un claro o un obstáculo para poder llegar al lugar deseado, tal vez sin pensarlo el
hombre primitivo cruzó un árbol derribado y a partir de ello empezó a derribar árboles para librar
vados, ríos, etc.
A través del tiempo, los puentes han ido desarrollándose de diferentes materiales, de acuerdo a las
necesidades y diferentes condiciones bajo las que se proyecta. Con ayuda de la tecnología se han
creado nuevos y mejores proyectos, no solo en materiales, sino en diseños, estética y funcionalidad.
El arte de construir puentes tiene su origen en la misma prehistoria. Puede decirse que nace cuando
un buen día se le ocurrió al hombre prehistórico derribar un árbol en forma que, al caer, enlazara las
dos riberas de una corriente sobre la que deseaba establecer un vado. La genial ocurrencia le eximía
de esperar a que la caída casual de un árbol le proporcionara un puente fortuito. También utilizó el
hombre primitivo losas de piedra para salvar las corrientes de pequeña anchura cuando no había
árboles a mano. En cuanto a la ciencia de erigir puentes, no se remonta más allá de un siglo y nace
precisamente al establecerse los principios que permitían conformar cada componente a las fatigas
que le sometieran las cargas.
El arte de construir puentes no experimentó cambios sustanciales durante más de 2000 años. La
piedra y la madera eran utilizadas en tiempos napoleónicos de manera similar a como lo fueron en
época de Julio Cesar e incluso mucho tiempo antes. Hasta finales del siglo XVIII no se pudo obtener
hierro colado y forjado a precios que hicieran de él un material estructural accesible y hubo que
esperar casi otro siglo a que pudiera emplearse el acero en condiciones económicas.
Al igual que ocurre en la mayoría de los casos, la construcción de puentes ha evolucionado
paralelamente a la necesidad que de ellos se sentía. Recibió su primer gran impulso en los tiempos en
que Roma dominaba la mayor parte del mundo occidental. A medida que sus legiones conquistaban
nuevos países, iban levantando en su camino puentes de madera más o menos permanentes; cuando
construyeron sus calzadas pavimentadas, alzaron puentes de piedra labrada. La red de
comunicaciones del Imperio Romano llegó a sumar 90,000 km de excelentes carreteras.
A la caída del Imperio sufrió el arte un grave retroceso, que duró más de seis siglos. Si los romanos
tendieron puentes para salvar obstáculos a su expansión, el hombre medieval vela en los ríos una
defensa natural contra las invasiones. El puente era, por tanto, un punto débil en el sistema defensivo
feudal. Por tal motivo muchos puentes fueron desmantelados y los pocos construidos estaban
defendidos por fortificaciones. A fines de la baja Edad Media renació la actividad constructiva,
principalmente merced a la labor de los Hermanos del Puente, rama benedictina. El progreso continuó
ininterrumpidamente hasta comienzos del siglo XIX.
La locomotora de vapor inició una nueva era al demostrar su superioridad sobre los animales de tiro.
La rápida expansión de las redes ferroviarias obligó a un ritmo paralelo en la construcción de puentes
sólidos y resistentes. Por último, el automóvil creó una demanda de puentes jamás conocida. Los
impuestos sobre la gasolina y los derechos de portazgo necesarios para su financiación y en sólo unas
décadas se construyeron más obras notables de esta clase que en cualquier siglo anterior. El gran
número de accidentes ocasionados por los cruces y pasos a nivel estimuló la creación de diferencias
de nivel, que tanto en los pasos elevados como en los inferiores requerían el empleo de puentes. En
una autopista moderna todos los cruces de carreteras y pasos a nivel son salvados por este
procedimiento..